Parece que el ex-presidente Trump ha estado haciendo de las suyas otra vez. El juez Juan M. Merchán, con toda la paciencia de un santo, le ha dado un toquecito en la cartera al señor Trump, multándolo con mil dólares por pasarse de la raya con la «orden mordaza». Y es que, a pesar de tener prohibido hablar mal de testigos, fiscales y miembros del jurado, Trump no ha podido resistirse a un buen chisme en su red social y en su sitio web de campaña.

El juez Merchán, que debe estar ya cansado de jugar al gato y al ratón, le ha dicho a Trump: «Lo último que quiero hacer es meterlo en la cárcel», pero vamos, que si sigue así, no le va a quedar otra que enviarlo a reflexionar tras las rejas. Y es que, al parecer, las multas no están haciendo mella en el magnate, que ya fue multado la semana pasada con 9 mil dólares por la misma razón.

Trump, que enfrenta 34 cargos por delitos graves, sigue insistiendo en que todo esto es una cacería de brujas y que él es tan inocente como un cachorro recién nacido. Pero el juez Merchán no está para cuentos de hadas y ha dejado claro que no va a permitir que Trump siga atacando el estado de Derecho con sus comentarios.

En fin, que si Trump no se pone las pilas y sigue desafiando al juez, podría terminar haciendo nuevos amigos en la cárcel. Y algo me dice que allí no van a estar muy interesados en sus tweets… digo, en sus «truths».