«El fuego en Zapopan: Vecinos valientes y solidaridad en medio del caos».

En una tranquila tarde de junio, el humo oscuro se alzó sobre las calles de Zapopan. ¿La causa? Un taller eléctrico en llamas. Pero esta no es solo una historia de fuego y pérdidas materiales; es un relato de vecinos valientes y solidaridad.

Los bomberos, como héroes modernos, llegaron al lugar. Sin embargo, cuando sus mangueras comenzaron a rociar agua, el fuego ya había devorado dos vehículos. ¿Cómo se propagó tan rápido? Nadie lo sabe, pero los vecinos, alertados por el humo, no se quedaron de brazos cruzados.

Imagina la escena: puertas forzadas, vecinos corriendo hacia el peligro. ¿Había alguien atrapado dentro? Por suerte, no. El taller estaba vacío. Solo los autos sufrían bajo las llamas.

La columna de humo no pasó desapercibida. Protección Civil y Bomberos de Zapopan, en su camino a otro incendio cercano, se desviaron hacia el taller. ¿El resultado? Dos vehículos calcinados, tres afectados por la radiación y uno ileso. La motobomba, la pipa y las unidades ligeras de la corporación municipal trabajaron incansablemente.

El taller fue asegurado, y los vecinos se mantuvieron a salvo. Pero más allá de las pérdidas materiales, quedó una lección: en medio del caos, la solidaridad arde más fuerte que el fuego.