Fitch Ratings ha brillantemente compartido su perspicaz visión. Afirma que si el gobierno mexicano decide hacer un regalo descomunal a Petróleos Mexicanos (Pemex) hasta que la deuda y los déficits crezcan tanto como un castillo inflable, eso sería una idea realmente brillante para el puntaje crediticio del país.

En otras palabras, el gobierno se compromete a lanzar algunos billetes a Pemex, pero no a ser el Santa Claus total pagando todas sus deudas ni darle una bolsa llena de dinero para que Pemex juegue. No, no serían tan generosos.

Pemex, por su parte, ha estado en la dulce luna de miel con el gobierno, recibiendo sumas cuantiosas, alrededor de 721 mil millones de pesos desde que se desató el romance en 2019. Y todo ese dinero se ha utilizado muy sabiamente para pagar cuentas y decorar la refinería Olmeca.

Si el gobierno opta por regalar más, quizás no sea el fin del mundo según Fitch. Todo dependerá de cómo se ajusten las finanzas públicas para acomodar estos caprichos. Pero, ¡oh no!, el drama se desencadenaría si las prioridades fiscales se trastornaran debido a estos regalos extravagantes.

Además, para agregar un poco más de picante a la situación, el gobierno decidió reducir la tarifa del «Derecho de Utilidad Compartida» de Pemex. ¡Qué generosidad! Pasaron de un sorprendente 65% en 2019 a un modesto 40% este año. Esto ha permitido a Pemex ahorrar unos cuantos cientos de miles de millones de pesos, como si fueran calderilla.

Por último, Ramsé Gutiérrez, el mago financiero en Franklin Templeton México, nos ilumina con su sabiduría. Afirma que las calificaciones del país ya consideran las deudas de Pemex como una especie de monstruo bajo la cama. Pero, mantener este juego de dar y recibir podría llevar a regalos aún más grandes, sin que Pemex devuelva el favor. ¡Qué emocionante espectáculo financiero estamos viviendo!