«La sed de Guadalajara: El preocupante panorama de los acuíferos en Jalisco».

¡Alerta, tapatíos! Los acuíferos de la ciudad están más secos que un desierto en pleno verano!
Imagínate que estás en una fiesta y de repente… ¡zas! Se acaba el agua. Pues así están las cosas en Jalisco. La mayoría de nuestras fuentes subterráneas de agua están tan explotadas que ya ni para un traguito alcanza.

Y no es que nos hayamos pasado de fiesteros con el agua, es que entre el SIAPA, los municipios, las empresas y hasta el sector agroindustrial, todos han estado sacando agua como si fuera un 2×1 en el supermercado.

Pero espera, que se pone mejor (o peor, según se vea). Resulta que el acuífero de Toluquilla, ese que nos surte a Zapopan, Tlaquepaque, El Salto, Tonalá y Tlajomulco, tiene un déficit de 75.6 millones de metros cúbicos al año. O sea, estamos sacando más agua de la que nos puede dar.

Guillermo Márquez, el Sherlock Holmes del agua, dice que las autoridades deberían ser más claras sobre cuánta agua tenemos realmente. Porque, al parecer, el SIAPA tiene más secretos que una novela de Agatha Christie.

Carlos Hernández Solís, otro detective del agua, señala que esta sobreexplotación nos está dejando con agua de calidad dudosa. Así que, si tu agua sale con color de chocolate, no es que te hayan regalado una fuente de chocolate, es que algo no está bien.