“El ratón” ahora se enfrenta a juez en estados unidos

El señor Ovidio Guzmán López, quien ahora responde al elegante nombre de «recluso 72884-748», ha tenido el honor de ser invitado a una especie de fiesta legal en el Distrito Norte de Illinois, cortesía de las autoridades estadounidenses. ¿Por qué? Bueno, porque él y sus hermanos decidieron incursionar en el emocionante mundo del tráfico de drogas, armas y lavado de dinero. ¡Qué originalidad!

Según el expediente 09-CR-383-22, desde hace más tiempo del que uno se pueda imaginar, el Ratón y sus hermanitos, apodados los Chapitos, han estado trabajando arduamente en su empresa criminal. Su misión: importar cocaína desde países exóticos como Colombia, Ecuador, Venezuela y otros destinos de ensueño, para luego llevarla de paseo por Estados Unidos.

Por si eso no fuera suficiente diversión, después de la captura del famoso Chapo, estos chicos decidieron tomar el control de su propio circo del crimen y continuar la tradición familiar. ¡Qué lindo gesto filial!

Ahora bien, no podemos olvidar las otras acusaciones que enfrentan en Nueva York, donde se les atribuye ser los principales vendedores de fentanilo en Estados Unidos. Han contribuido tanto a la salud pública que seguramente recibirán un premio, pero no uno muy deseado.

Ovidio tuvo la suerte de ser extraditado en un operativo que seguramente involucró una alfombra roja y un helicóptero privado. ¿Por qué conformarse con el penal del Altiplano cuando puedes vivir la experiencia estadounidense en Chicago? Un jet privado para un cambio de escenario, ¡nada mal!

En cuanto a las posibles consecuencias legales, si decide ir a juicio y le dan su merecido, podría pasar unas cuantas décadas disfrutando de la hospitalidad del sistema carcelario estadounidense. O quizás opte por la opción de colaborar y señalar a sus hermanitos, porque nada dice «familia unida» como delatar a tus propios hermanos. ¡Vaya culebrón!