El gigantesco cohete Starship de SpaceX, que incluye el propulsor Super Heavy y la nave espacial Starship, conocida simplemente como ‘Nave’, ha completado con éxito su cuarto vuelo de prueba. Despegando desde la base de lanzamiento Starbase en Boca Chica, Texas, el cohete de 122 metros de altura alcanzó la órbita y regresó a la Tierra, marcando varios hitos importantes por primera vez. A pesar de perder varias baldosas térmicas y sufrir daños en una aleta, la nave logró un aterrizaje suave y controlado en el Océano Índico, mientras que el propulsor Super Heavy aterrizó en el Golfo de México. Este logro representa un avance significativo para la compañía y su fundador, Elon Musk, quien celebró el evento como un ‘logro épico’. El éxito de este vuelo de prueba es un paso crucial hacia las futuras misiones lunares y marcianas planeadas por SpaceX.