¡Atención, terrícolas! La fiesta celestial de luces psicodélicas está llegando a su fin. La NOAA, esa agencia espacial que nos mantiene al tanto de los chismes estelares, ha anunciado que la tormenta geomagnética que nos trajo el espectáculo de luces más épico desde el concierto de rock intergaláctico del 2003, está bajando el volumen.

Resulta que el Sol, nuestro astro rey y DJ favorito, ha estado lanzando sus mejores beats en forma de erupciones solares. Pero como todo buen festival, tiene su final. Las auroras boreales, esas divas del cielo nocturno, están haciendo su última reverencia en el escenario del sur de América del Norte.

Pero no llores, amante de la astronomía, porque aunque las luces se desvanezcan, la NOAA promete que habrá un encore con influencias más suaves pero continuas de la corona solar. Así que mantén tus gafas de eclipse a mano, porque nunca sabes cuándo volverá a salir el Sol con un nuevo hit.

Y para aquellos que se perdieron la fiesta, no se preocupen. Las redes sociales están llenas de recuerdos de la noche, con cielos iluminados en tonos rosáceos y verdosos que hicieron que nuestras mandíbulas cayeran más rápido que la gravedad en un agujero negro.

Así que ahí lo tienes, el resumen de la tormenta geomagnética que nos hizo mirar hacia arriba y decir: «¡Guau, el universo realmente sabe cómo lanzar una buena fiesta!»