¡Vaya, vaya! El mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador se deshizo en elogios sobre el primer debate presidencial, diciendo que todo estaba «requetebien». Claro, porque él es un experto en debates, ¿no? Con una sonrisa que no podía ocultar, aseguró que no podía opinar, pero eso no le impidió decir que todo estuvo «muy bien, bastante bien».

Y cómo no recordar sus glorias pasadas, si en menos de seis meses se despide y se jubila de la vida pública. ¡Qué nostalgia! Durante su conferencia matutina en Mazatlán, Sinaloa, no perdió la oportunidad de rememorar los seis debates a los que asistió, de los siete que hubo en las tres campañas electorales en las que participó (2006, 2012 y 2018). Aunque, claro, en 2006 decidió que el primer debate era demasiado mainstream para él y optó por dejar un atril vacío, que seguro tuvo más presencia que algunos candidatos.

El presidente insistió en que estos debates son necesarios e importantes, algo que el INE planeó y que hay que respetar, aunque los candidatos tengan la libertad de asistir o no. Pero esta vez, todos decidieron unirse a la fiesta. Y para cerrar con broche de oro, repitió su mantra: «Bien. Todo en calma. Todo bien. Todo requetebien». Porque cuando todo va bien, ¿para qué cambiar el discurso?