«Propuesta de resolución para el cese al fuego en Gaza: Diplomacia en acción»

En un esfuerzo por fomentar la paz y la estabilidad en Gaza, Estados Unidos se prepara para proponer una resolución que, por primera vez, solicitará de manera explícita un cese al fuego inmediato. Esta iniciativa llega tras la oposición estadounidense a resoluciones similares previamente propuestas por otros países.

El Secretario de Estado, Antony Blinken, anunció recientemente en El Cairo que la propuesta ya ha sido presentada ante el Consejo, aunque aún no se confirma si será sometida a votación en breve. Blinken enfatizó que el cese al fuego debería estar acompañado por la liberación de los cautivos en poder de Hamas, aunque esta condición ya no es un requisito indispensable como en borradores anteriores.

Tras un proceso de más de un mes y seis borradores diferentes, Estados Unidos ha logrado formular un texto que parece contar con un consenso general. Sin embargo, aún está por verse si logrará el respaldo necesario de nueve naciones y evitará el veto de algún miembro permanente del Consejo, como Rusia o China, para su aprobación.

El aspecto central de la resolución estadounidense subraya la urgencia de un cese al fuego inmediato y duradero para salvaguardar la vida de los civiles en ambos lados del conflicto, facilitar la entrega de ayuda humanitaria vital, mitigar el sufrimiento humano y respaldar las gestiones diplomáticas para asegurar la paz y la liberación de los rehenes.

La reciente publicación de un informe de la ONU, que alerta sobre una inminente crisis de hambruna e inseguridad alimentaria afectando a más de un millón de habitantes de Gaza, ha intensificado las acciones diplomáticas de Estados Unidos.

El embajador francés ante la ONU, Nicolas de Rivière, hizo un llamado apremiante al Consejo para detener el conflicto de inmediato, en lugar de postergar la acción.

En resoluciones anteriores que fueron vetadas por Estados Unidos, se criticó la falta de reconocimiento del derecho de Israel a defenderse, la ausencia de condena a Hamas como organización terrorista y la preocupación de que un alto al fuego pudiera facilitar el rearme de Hamas.

Por tanto, la nueva resolución promovida por Washington busca incorporar estas preocupaciones en un tono más moderado, con el objetivo de obtener el apoyo de países miembros que han criticado la postura incondicional de Estados Unidos hacia Israel, como Rusia, China y Argelia.

La resolución hace hincapié en la protección de los civiles, el acceso a la ayuda humanitaria, la oposición a cambios territoriales en Gaza mediante ‘corredores de seguridad’ y el rechazo al desplazamiento forzado de la población civil, puntos que podrían recibir un respaldo unánime.

No obstante, también plantea desafíos para alcanzar un consenso, como la solicitud a los Estados miembros de redoblar esfuerzos para erradicar la financiación del terrorismo, incluyendo medidas contra la financiación de Hamas.

Finalmente, los llamados al cese al fuego ya no solo provienen de las agencias de la ONU y países de diversas regiones, sino también de la mayoría del mundo occidental, incluyendo naciones que inicialmente mostraron una postura más favorable hacia Israel, como Francia y el Reino Unido.