Después de enfrentar una semana llena de problemas fuera del terreno de juego, el equipo del Rebaño volvió a la senda de la victoria al derrotar por 4-1 al Atlas en una noche de reconciliación con su afición.

Los rojinegros del Atlas fueron los que tuvieron que asumir las consecuencias de los problemas previos, en el Clásico Tapatío contra Chivas.

El Guadalajara llegó al enfrentamiento con el Atlas en un estado de turbación, con escándalos por indisciplina, rumores de disputas internas, jugadores apartados, una racha de seis partidos sin ganar y la posibilidad de perder a su entrenador. Parecía más un drama televisivo que un equipo de fútbol. Sin embargo, esta situación impulsó a un equipo herido en su orgullo, que, cuando olió la oportunidad, se ensañó con su acérrimo rival de la ciudad y le infligió una derrota por 4-1 que podría marcar su renacimiento en este Apertura 2023.

Los goles espectaculares de Fernando Beltrán al minuto 9 y Aldo Rocha al minuto 44 demostraron que nadie iba a regalar nada en este enfrentamiento, que representaba el orgullo de la ciudad más apasionada por el fútbol en el país.

Con esos dos golazos, ambos equipos llegaron empatados a la segunda mitad, pero fue en ese momento cuando Chivas mostró el carácter que parecía haber perdido desde la última liguilla.

Gran parte de esto se debió al despertar goleador de Ricardo Marín, quien se convirtió en el verdugo del Atlas al anotar un doblete que acabó con sus esperanzas de ganar en el estadio AKRON.

El primer gol llegó en el minuto 63 con un cabezazo en el área chica que venció a Camilo Vargas. Luego, en el minuto 84, Marín marcó su cuarto gol del torneo en una carrera en solitario, superando en velocidad a Martín Nervo y definiendo junto al poste más lejano del arquero de los Zorros.

Fue un castigo excesivo para el Atlas, pero Chivas no mostró piedad ante un equipo al que aún le quedaban cuentas pendientes. En el tiempo de compensación, Roberto Alvarado marcó el cuarto gol desde el punto de penalti, sellando una victoria abrumadora.

Ahora, Chivas se marcha a la pausa de la fecha FIFA con la tranquilidad de haber conseguido su quinta victoria en el torneo y, lo que es más importante, con la certeza de que este equipo puede funcionar de manera excepcional sin depender de ninguna figura en particular.