«AMLO celebra su último Día del Trabajo entre logros laborales y fiesta sindical».
En un evento que seguramente no olvidará ni en sus siestas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador celebró su último Día del Trabajo con una reunión de sindicatos que probablemente estaban más interesados en el pastel que en las políticas laborales. En el majestuoso Palacio Nacional, AMLO presumió de sus logros como si fuera la lista de regalos de Navidad que nunca recibió: aumento del salario mínimo, un nuevo sistema de pensiones y más vacaciones. Claro, siempre hay un «pero», y en este caso es la reducción de la jornada laboral que, bueno, se quedará para la carta de los Reyes Magos.
Con una sonrisa que decía «¿ya terminé?», AMLO declaró: «Amigos, amigas, incluso aquellos que solo vinieron por los bocadillos, gracias a estas acciones hemos enfrentado resistencias de grupos conservadores que claramente no aprecian una buena fiesta. Pero con el apoyo de nuestro pueblo, que ama las piñatas tanto como yo, hemos salido adelante y así seguiremos hasta que apaguen las luces de este mandato.
El Presidente destacó la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, que suena tan reconfortante como una hamaca en la playa, y mencionó que será administrado por el Banco de México, previa aprobación del Congreso. Porque, ya sabes, el Congreso no tiene nada mejor que hacer que aprobar fiestas de despedida.
Para financiar este fondo, se utilizarán cuentas inactivas de las afores, porque al parecer, si no las usas, las pierdes. Además, se sumarán recursos de los estados y municipios, y cualquier cosa que encuentren debajo de los cojines del sofá del Palacio Nacional.