En un giro inesperado que nadie vio venir, Claudia Delgadillo, la candidata al Gobierno de Jalisco, ha decidido que es hora de mojarse los pies (metafóricamente, claro está) y prometer agua limpia para El Salto. Porque, ¿quién necesita promesas aburridas y realistas cuando puedes ofrecer un oasis en medio de la política?

Con la gracia de un flamenco en una pista de hielo, Delgadillo presentó su Plan de Transformación en Materia de Medio Ambiente, que incluye, entre otras cosas, un transporte público que no solo llegará a tiempo sino que también será digno de un desfile de moda. Y por si fuera poco, ¡una línea del Tren Ligero! Porque nada dice «compromiso ambiental» como añadir más trenes a la ecuación.

La plaza de toros La Campesina se convirtió en el escenario perfecto para esta promesa, donde los habitantes de El Salto podrían, al fin, dejar de jugar a la lotería cada vez que abran el grifo. Y para aquellos que se preguntan cómo se financiará este sueño acuático, no teman, porque las ladrilleras locales también tendrán su parte del pastel, reduciendo contaminantes y, presumiblemente, ladrillos.

En el frente de la movilidad, Delgadillo no solo promete un transporte público digno, sino que también se compromete a construir una Línea del Tren Ligero, porque nada soluciona el problema del agua como… más trenes.

Y para rematar, porque no todo en la vida es agua y trenes, también hay planes para una unidad deportiva de alto rendimiento y, por supuesto, desayunos y comidas para los estudiantes, porque nada abre el apetito como una buena promesa electoral.

Así que ahí lo tienen, amigos. Prepárense para el cambio, porque con Delgadillo al timón, ¡El Salto será la envidia de todos los municipios con su flamante agua limpia y trenes relucientes!