«El nuevo destino del crimen organizado: Lagos de Moreno»
En un giro digno de película (sin los efectos especiales), la Fiscalía de Jalisco decidió visitar una finca en la colonia Laureles del Campanario. ¿La razón? Investigar “daño en las cosas doloso”, es decir, alguien se volvió muy creativo con las balas.
Al llegar, los agentes encontraron una fachada que parecía un campo de batalla y, dentro, un menú variado:
Armas largas y cortas, cartuchos y casquillos de utilería (¿ensayo teatral?), como si fueran souvenirs bélicos, Dos motocicletas, una sin placas y otra con dueño en Teocaltiche (¿entrega exprés?), bolsas con “vegetal verde” que claramente son marihuana, botellas con explosivos pirotécnicos, porque celebrar con seguridad no está de más.
Todo fue entregado al Ministerio Público, que seguramente no tendrá problemas para conectar los puntos. Spoiler: será pan comido.