«Guadalajara se convierte en Venecia… sin góndolas ni glamour»
Miércoles por la mañana: los tapatíos se despiertan y descubren que su ciudad ha decidido ser un parque acuático improvisado. ¿Drenaje? ¡Qué aburrido!
La lluvia llegó con su clásico combo de encharcamientos, tráfico detenido y un transporte público en pausa dramática. El Mercado de Abastos se llevó el premio a “Mejor Escenario de Desastre”, inundando calles y la paciencia de los comerciantes.
Entre los momentos más surrealistas, un vehículo en llamas… bajo el agua. Un valiente intentó apagarlo con cubetazos del charco. Finalmente, alguien trajo un extintor para salvar el espectáculo.
Otro episodio digno de telenovela: un coche atrapado en la corriente con su conductor, mientras los espectadores grababan como si fuera un reality show. Después de 15 minutos, lograron rescatarlo, aunque el conductor decidió regresar al auto. Spoiler: no lo logró.
Y como no todo puede ser tragedia, algunos jóvenes se lanzaron al agua como si estuvieran en los Juegos Olímpicos. En Guadalajara, si no puedes vencer al agua, ¡diviértete con ella!
La calle Chicalote volvió a ser el epicentro del caos. Aunque el agua bajó, la incredulidad sigue en aumento. Hasta ahora, no hay pérdidas mayores, salvo la dignidad de algunos vehículos y la paciencia de sus dueños.