«Polanquito: donde el silencio es ley y los balazos marcan el horario»
En la colonia Polanquito, donde las calles deberían estar llenas de risas, la noche del viernes se convirtió en otro episodio de “¿Quién fue esta vez?”. Un hombre de entre 30 y 35 años fue asesinado de un disparo en la cabeza en plena vía pública. Porque, claro, nada dice “fin de semana” como una ejecución discreta.
El crimen ocurrió en el cruce de Miguel Díaz y Diego Montenegro. Los vecinos, fieles al guion, solo escucharon el disparo y se encontraron con el hombre tendido en el suelo. ¿Testigos? Ninguno. ¿Sospechosos? Tampoco. La oscuridad del lugar parece ser el mejor cómplice.
Los Servicios Médicos llegaron, pero solo para confirmar lo obvio: el hombre ya no necesitaba ayuda. Mientras tanto, los peritos hallaron un casquillo de arma corta, como si fuera un souvenir.
La Fiscalía del Estado llegó para investigar, aunque lo más probable es que el caso termine archivado junto a otros tantos que esperan justicia.
Polanquito, que alguna vez sonó pintoresco, hoy es un escenario recurrente de crímenes sin resolver. Y mientras los vecinos esperan respuestas, los agresores desaparecen como si fueran parte del mobiliario urbano.

