«Tamaulipas: el huachicol fluye y los culpables se evaporan»
En una trama digna de una película de acción, las autoridades federales aseguraron más de 1.8 millones de litros de huachicol en Reynosa, Tamaulipas. Casi lo suficiente para llenar una alberca olímpica… o abastecer medio país durante una semana.
Con un elenco que incluye a la Fiscalía General de la República, Sedena y Guardia Nacional, se realizó un cateo en La Escondida. ¿Y el resultado? Un impresionante inventario de 9 tractocamiones, 12 motobombas, 39 “frac tanks”, 3 vehículos, 2 generadores y hasta 1 barredora industrial (¿para limpiar el desorden moral?).
Pero aquí viene lo interesante: ni un solo detenido. Parece que el huachicol tiene la capacidad de transportarse solo, como si los humanos no tuvieran nada que ver.
La presidenta Claudia Sheinbaum promete que las investigaciones irán “hasta donde tope”, aunque ese “tope” suele ser una pared invisible donde los responsables se desvanecen como vapor de gasolina.
Asi que, el Gobierno asegura millones de litros, pero la justicia sigue buscando a los fantasmas detrás del negocio. Tamaulipas se convierte nuevamente en el escenario de un robo monumental… sin ladrones a la vista.

