En un acto digno de una serie de narcos de bajo presupuesto, la Marina Armada de México decidió hacer limpieza en las costas de Guerrero. Resultado: una embarcación con cuatro tripulantes y más de 600 kilogramos de cocaína, envueltos con más cariño que un regalo olvidado.

Este decomiso se suma a otros 900 kilogramos asegurados el día anterior. Porque, claro, si va a llover, que llueva cocaína. Así, la semana terminó con 1.5 toneladas menos en circulación, un golpe de 139 millones de pesos para los grupos delictivos, que ahora tal vez consideren abrir una cafetería artesanal.

Los cuatro marineros del crimen fueron entregados al Ministerio Público, donde decidirán si su próxima aventura será en una celda. La Semar ya presume 47 toneladas de droga aseguradas en el mar, y quizás estén pensando en lanzar souvenirs: “Yo sobreviví al decomiso número 47”.