Valle de Bravo, ese idílico escape de los capitalinos, ahora también es hogar de drones estadounidenses «colaboradores». Este miércoles, Omar García Harfuch, jefe de la Secretaría de Seguridad, salió a calmar los ánimos tras el avistamiento de una aeronave no tripulada. ¿La explicación? No es un dron espía, sino un «amigo» que vuela a petición del Gobierno mexicano.

Claro, porque nada dice «tranquilidad» como un dron extranjero sobrevolando tu patio trasero. Mientras tanto, Claudia Sheinbaum negó que haya drones de la CIA, dejando claro que, si nos espían, al menos lo hacen con permiso.

Así que, si ven algo volando sobre Valle de Bravo, no se alarmen. Es solo un dron «amigo» haciendo su trabajo de «investigación». ¿Qué podría salir mal?