«Trump y el cobre: cuando el metal rojo se convierte en oro político»
En una jugada digna de un reality show, el expresidente Donald Trump ha decidido imponer 50% de aranceles a ciertos productos de cobre a partir del 1 de agosto. ¿El objetivo? Fortalecer la industria nacional y hacer que tubos, cables y conectores importados se sientan culpables.
La lista incluye tuberías, alambres y accesorios eléctricos. Además, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, tendrá la emocionante tarea de añadir más productos a esta fiesta arancelaria.
Pero eso no es todo. Trump quiere que el 25% de la chatarra de cobre de alta calidad se quede en casa, como un adolescente castigado. Y para controlar el flujo al extranjero, propone licencias de exportación.
¿La meta final? Que Estados Unidos refine más cobre y tenga insumos más baratos, presentándolo como una estrategia brillante en lugar de una medida proteccionista. ¡Todo un espectáculo!

