En una madrugada que dejó a más de uno con el café derramado, la península de Kamchatka en Rusia decidió dar un espectáculo sísmico con un terremoto de magnitud 8.8. Un temblor que se cuela en el club de los 10 sismos más intensos de la historia moderna. Si vas a temblar, ¡que sea con estilo!

Este movimiento no solo hizo bailar edificios, sino que también activó alertas de tsunami en Japón, Hawái, Alaska y varios países latinoamericanos. El epicentro estaba a unos 18 kilómetros bajo el mar, donde la Tierra decidió estirarse un poco.

Y como si fuera una competencia geológica, este sismo iguala al de Chile en 2010. La buena noticia: los sistemas de alerta funcionaron; la mala: el susto se lo lleva la población.

Así que si pensabas que Rusia solo sacudía el mundo con política, ahora también lo hace con placas tectónicas. ¡Diversificación total!