«Cáncer, desabasto y burocracia: la telenovela interminable»

Mientras las autoridades se enredan en comités y comunicados “urgentes”, el desabasto de medicamentos para pacientes con cáncer nos regala capítulos que ni el mejor guionista de dramas médicos habría imaginado. La situación, lejos de mejorar, parece tener una habilidad especial para eternizarse.

Los medicamentos, alerta de spoiler: no están en los hospitales. Pacientes y médicos alzan la voz, pero el sistema responde con su clásico “estamos trabajando en ello”, como si gestionaran un trámite bancario y no vidas humanas.

Los pacientes son los protagonistas silenciosos que enfrentan el cáncer con lo que tienen (y lo que les falta), mientras el gobierno aparece y desaparece del escenario con promesas llenas de esperanza… y escasez. En esta trama, los medicamentos son los grandes desaparecidos.

Cuando el acceso a tratamientos oncológicos depende más de la suerte que del sistema, la indignación se mezcla con incredulidad. El desabasto sigue “agravándose”, como si fuera una variable climática fuera de nuestro control. ¡Fantástico!