Este lunes, la Clínica 53 del IMSS en León, Guanajuato, decidió darle un toque inesperado a la rutina: un incendio se adueñó del lugar sin ser invitado. Porque, claro, lo que realmente necesitaba el sistema de salud mexicano era un poco de fuego… pero no en su compromiso por atender pacientes.

El siniestro comenzó en el área de Rayos X. Afortunadamente, no hubo heridos, aunque algunos pacientes recibieron una dosis extra de adrenalina no cubierta por su póliza. La evacuación del personal fue tan espontánea que parecía una escena de acción, mientras el protocolo estaba guardado en una gaveta ardiente.

Las imágenes del humo pronto se convirtieron en el entremés del día, eclipsando cualquier intento de agenda médica. Los bomberos llegaron probablemente preguntándose si el IMSS tiene extintores para sus problemas estructurales.

Y así, aunque el fuego fue controlado, queda claro que el IMSS sigue ardiendo… pero en críticas.