«Michoacán: Un niño devorado por cocodrilos, porque la naturaleza no tiene manual de convivencia»

Michoacán enfrenta una tragedia: un menor de guanajuatense, fue atacado y devorado por cocodrilos en la laguna el viernes pasado. Todo sucedió mientras que Andrés, jugaba cerca del agua, sin saber que estaba en peligro.

La escena impactó a familiares y vecinos. La falta de señalización y control sobre estas “adorables” criaturas vuelve a quedar en evidencia. Los habitantes exigen respuestas y acciones inmediatas, porque claro, ¿quién necesita protección donde los reptiles son los verdaderos dueños? Este incidente ha reabierto el debate sobre medidas de seguridad en zonas donde humanos y fauna silvestre coexisten. La presencia de cocodrilos no es nueva, pero el riesgo para los más vulnerables parece ser una sorpresa constante. Mientras avanzan las investigaciones, el dolor inunda a la comunidad.

Este suceso debe ser un llamado urgente para revisar políticas de protección ambiental; no olvidemos que detrás de cada cifra hay una vida, una familia y una comunidad que merece respuestas. ¡Porque convivir con cocodrilos no debería ser parte del juego!