«Israel bombardea Damasco y el Medio Oriente sigue en su juego de “¿Quién provoca a quién?”

En el emocionante escenario del Medio Oriente, el caos geopolítico nunca se detiene. Esta vez, Israel decidió lanzar unos “regalos explosivos” sobre Damasco, fiel a su política de “si sospechamos, bombardeamos”.

El ataque se dirigió a instalaciones vinculadas a Irán y grupos armados que, según Israel, estaban tramando algo “poco amistoso”. En esta región, la definición de “amistoso” es tan flexible como los acuerdos de paz.

Siria, con más conflictos que episodios de cual quier serie de guerra, denunció el ataque como una violación a su soberanía. Aunque, seamos honestos, su soberanía ha sido violada tantas veces que debería tener un botón de “denunciar” automático.

Y la comunidad internacional, como siempre, reaccionó con “profunda preocupación” y “llamados al diálogo”, sabiendo que esto se repetirá.

Así que si te preguntas qué pasa en Siria, la respuesta es simple: lo de siempre. ¿Y por qué bombardeó Israel? Porque puede.