La tragedia en la fábrica de aerosoles del Álamo Industrial no para de sumar víctimas, y parece que las normas de seguridad eran más opcionales que obligatorias. Con el fallecimiento de una cuarta persona en el Centro Médico de Occidente, nos preguntamos: ¿cuántas vidas más se necesitan para que alguien actúe?

Las autoridades investigan si el incendio fue por una fuga de gas, negligencia o una mezcla explosiva de ambas. Mientras tanto, Protección Civil busca a una persona desaparecida con perros, porque encontrar respuestas entre cenizas es un verdadero desafío.

El estallido evacuó a más de 1,300 personas, afectando empresas y hasta una escuela. La incertidumbre sobre el origen del incendio es la única constante en esta historia. Así que aquí estamos, con otro desastre industrial que nos recuerda que la seguridad laboral sigue siendo un concepto flexible. ¿Habrá consecuencias reales o solo otro reporte para el archivo? Por ahora, lo único claro es el humo.