En la capital, donde el tráfico nunca da tregua, los pasajeros ahora enfrentan una nueva preocupación: los «pinchazos». Con 41 denuncias registradas, el Metro y el Metrobús se han convertido en el escenario de este fenómeno.

La Fiscalía de la CDMX confirma que solo en 15 casos hay heridas punzantes reales; el resto son rasguños que podrían haber sido causados por un mal día. De las denuncias, solo en cuatro se encontró alguna sustancia, pero aún no se sabe cuál, porque las pruebas toxicológicas están en proceso. Mientras tanto, el misterio persiste.

Las autoridades aseguran que no hay un modus operandi claro, dejando a los pasajeros preguntándose: ¿es un problema real o solo paranoia colectiva? Mientras tanto, tres personas han sido detenidas, aunque solo una está en prisión preventiva.

Así que aquí estamos, con un fenómeno que ha encendido redes sociales y transformado cada viaje en transporte público en una experiencia de suspenso. ¿Es una nueva modalidad de agresión o solo pánico del momento? La incertidumbre sigue viajando con nosotros.