En un sorprendente giro de los acontecimientos, la tranquilidad en Jalisco se desvaneció este miércoles, transformando a Casimiro Castillo en un set de acción. Tres elementos de la Guardia Nacional perdieron la vida y otros tres resultaron heridos en un enfrentamiento que dejó más preguntas que respuestas.

Todo comenzó a la una de la tarde cuando civiles armados decidieron que era el momento perfecto para un tiroteo en la carretera Villa Purificación-El Arado. El resultado: un vehículo tipo tortón convertido en asador y un caos que se extendió por varios municipios. ¿Quién necesita carreteras funcionales cuando puedes tener barricadas en llamas?

Los bloqueos en la Carretera Federal 80 y los enfrentamientos en El Volantín y Villa Purificación dejaron claro que no era un día cualquiera. Mientras las autoridades intentaban controlar la situación, los helicópteros sobrevolaban y los habitantes recibían el consejo de «mantener la calma». Porque escuchar balaceras desde casa es el mejor remedio.

Las escuelas cerraron sus puertas, dejando claro que la seguridad en Jalisco sigue siendo un tema pendiente. Así que, mientras los helicópteros siguen rondando y los vehículos siguen ardiendo, los habitantes pueden reflexionar sobre lo irónico de vivir donde la calma es tan esquiva como la justicia. ¡Gracias a la delincuencia organizada por recordarnos que siempre podemos hacerlo peor!