¡Últimas noticias desde Guadalajara! Esta tarde, el venerable acueducto Gabriel Castaños, ese anciano respetable que ha estado en pie desde principios del siglo XX, decidió que ya era hora de retirarse y se colapsó. Como quien se quita un peso de encima, desató un torrente de agua potable.

Según los primeros chismes, parece que la intensa carga de agua fue demasiado para este veterano. Ahora, el agua y los escombros han tomado la avenida Pablo Casals y la calle Mesina, en la siempre pacífica colonia Prados como si estuvieran organizando una fiesta acuática sin permiso. ¡Y lo mejor de todo! No hay reportes de heridos, así que por ahora solo tenemos un desastre hídrico y no un drama humano.

El Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) parece estar en modo «esperar y ver». Quizás están esperando que el agua se resuelva por sí sola… o que los vecinos adquieran habilidades de natación de emergencia.

Hablando de los vecinos, estos y los usuarios de redes sociales no han dudado en señalar que el acueducto llevaba semanas pidiendo a gritos su jubilación con fugas por doquier. Así que, si te encuentras por la zona, mejor dale la vuelta y deja pasar a los vehículos oficiales; después de todo, nunca se sabe cuándo aparecerá el SIAPA para hacer su magia.