«Óscar: El Huracán que Dejó su Huella en Cuba»

¡Atención, amantes del clima extremo! Este lunes, la nueva estrella de la temporada de huracanes, Óscar, decidió hacer su grandioso debut en el extremo nororiental de Cuba. Y, como todo buen artista que se respete, dejó a su paso un auténtico espectáculo de estragos. Según los medios de información, al menos seis personas perdieron la vida en este dramático show lleno de lluvias torrenciales e inundaciones.

El ilustre Argenis Perales Pérez, jefe del departamento de Operaciones del Estado Mayor General de la Defensa Civil, compartió que las trágicas pérdidas ocurrieron en el municipio San Antonio del Sur, en la provincia de Guantánamo. Y aunque no se extendió mucho en detalles, quedó claro que Óscar no estaba aquí para jugar al escondite.

Entrando a Cuba como un huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson el domingo por la tarde, Óscar hizo una entrada triunfal con vientos que alcanzaban los 130 kilómetros por hora. Después de un paseo de poco más de 24 horas, dejó su sello personal: lluvias intensas y marejadas que ni Baracoa pudo soportar. Tocado tierra cerca de las 18:00 horas del domingo y marchándose por las cercanías de Gibara a las 19:20 del lunes, decidió que su trabajo estaba hecho… o más bien destruido.

Durante su breve pero impactante visita, Óscar acumuló hasta 300 milímetros de lluvia en solo 24 horas. Las marejadas fueron tan impresionantes que las ciudades costeras tuvieron que rendirse ante su poder. Sin embargo, como todo buen showman que se apaga después del clímax, sus vientos ahora oscilan entre los 30 y 45 kilómetros por hora. Pero no se engañen: las lluvias y tormentas eléctricas siguen siendo parte del repertorio. Los evacuados ya suman miles y los daños a infraestructuras públicas y viviendas son un misterio aún por descubrir.

Óscar es oficialmente la decimoquinta tormenta tropical de esta temporada ciclónica en el Atlántico y la primera en tocar tierra en Cuba este año. Los meteorólogos ya habían advertido sobre una temporada activa y parece que nuestro amigo Óscar ha decidido dejar una marca indeleble.

Así que cruzamos los dedos para que Óscar no tenga una secuela… ¡y que aprendamos a darle la bienvenida sin tantos estragos!