«Justicia sobre Ruedas: De Transporte Público a Justiciero del Asfalto»

En las notas del día de hoy: el Peribús, ese amado y odiado transporte público de las calles tapatías, ha decidido convertirse en el héroe de la justicia. Un presunto ladrón que lo arriesgo todo por unos tenis, encontró su trágico destino al ser atropellado por este titán del asfalto.

El suceso se desató cuando el supuesto delincuente, en un intento de escapatoria digna de una película de acción, subestimó la velocidad y la implacable determinación del Peribús. Testigos afirman que el ladrón no tuvo ni una pizca de oportunidad; el autobús, con una precisión digna de un reloj suizo, lo alcanzó y puso fin a su carrera delictiva.

Las autoridades, acostumbradas a lidiar con criminales más astutos que ellos mismos, no pudieron evitar soltar un suspiro de alivio y quizás pensando si deberían de reclutarlo para las siguientes operaciones.

Mientras tanto, los usuarios del transporte público se encuentran en una montaña rusa emocional entre la incredulidad y la ironía.

Así que ahí lo tienen: el Peribús, ese coloso metálico que normalmente significa retrasos y aglomeraciones, ha demostrado que también puede desempeñar el papel inesperado de aliado en la lucha contra el crimen. ¿Quién lo habría imaginado?