En un sorprendente giro de los acontecimientos que seguramente dejó a todos boquiabiertos, un joven de aproximadamente 10 años de edad, decidió que la sección de colchones de un supermercado en Zapopan era el mejor lugar para encender una fogata. Porque, claro, ¿quién no ha pensado en hacer una barbacoa entre almohadas y edredones?

El pequeño «pírico» fue rápidamente interceptado por el personal del supermercado de la colonia Miramar, quienes debieron preguntarse si estaban grabando un episodio de «Desastres en la vida real». Afortunadamente, la situación no escaló a mayores y el joven fue entregado a las autoridades, donde seguramente le explicaron que los colchones no son exactamente materiales inflamables recomendados para sus travesuras.

Mientras tanto, los colchones, que solo aspiraban a cumplir su misión de proporcionar un buen descanso, se salvaron de convertirse en cenizas. Así que, por ahora, Zapopan puede dormir tranquilo, sabiendo que sus colchones están a salvo… aunque nunca se sabe cuándo podría surgir otro «cocinero» en busca de nuevas aventuras.