A las 08:00 horas, los conductores ya estaban deleitándose con una experiencia de tráfico que solo podría describirse como “excepcionalmente frustrante”. Pero eso no fue suficiente; una hora después, el tráfico colapsó por completo a la altura de La Duraznera. Desde Paseos del Lago hasta el Parque Montenegro, los automovilistas estaban tan contentos como un niño en una tienda de dulces… sin dulces.

Y como si eso no fuera suficiente para animar la mañana, también se reportó una fuga de combustible en la colonia El Capulín. Afortunadamente, el personal de Pemex y Protección Civil se encargaron del asunto, asegurando que no haya riesgos para la población. ¡Qué alivio! Porque, sinceramente, nadie quiere un pequeño incendio mientras intenta llegar a su destino. ¿O sí?

Mientras tanto, el pasado sábado 24 de agosto, amigos y familiares de Aldo González, un estudiante desaparecido desde abril, tomaron la decisión igualmente sensata de cerrar la avenida Manuel Acuña para exigir su localización. Y justo ayer, trabajadores del Poder Judicial y ciudadanos marcharon desde Ciudad Judicial hasta el Parque Metropolitano para protestar contra la reforma al Poder Judicial. Parece que el tráfico y las manifestaciones son el nuevo brunch dominical en esta zona. ¡Quién necesita huevos benedictinos cuando puedes bloquear una calle y cambiar el mundo!

Así que, queridos lectores, tomen nota: si quieren hacer sentir su voz en este mundo caótico, simplemente cierren una carretera. Es más efectivo que cualquier reunión escolar o petición formal. Además, ¿quién necesita educación cuando puedes tener un atasco monumental?