En un giro digno de una telenovela espacial, Rusia y la NASA han anunciado que compartirán vuelos en 2025. Sí, queridos terrícolas, prepárense para una aventura intergaláctica que hará que los corazones de los fanáticos del espacio latan más rápido que un motor de cohete.

La noticia llega justo cuando pensábamos que las relaciones internacionales estaban más tensas que un cable de fibra óptica en una tormenta solar. Pero, ¿qué mejor manera de demostrar que el amor por el espacio no conoce fronteras que enviar a un astronauta estadounidense en una nave rusa Soyuz y a un cosmonauta ruso en una elegante Crew Dragon?

La agencia espacial rusa, Roscosmos, ha revelado que el valiente cosmonauta Kiril Peskov será el protagonista de esta odisea. En febrero próximo, se subirá a la Soyuz MS-27, mientras que un mes después, el astronauta de la NASA, Jonathan Kim, se unirá a la fiesta espacial en la Crew-10.

Pero espera, hay más. A pesar de las tensiones geopolíticas y la guerra en Ucrania, Roscosmos y la NASA han decidido continuar su “cooperación” intergaláctica. El acuerdo original, firmado en julio de 2022, contemplaba el vuelo de tres cosmonautas rusos en naves estadounidenses Crew Dragon y tres astronautas norteamericanos en naves rusas Soyuz MS entre 2022 y 2024. ¡Una verdadera historia de amor cósmico con más giros que una órbita lunar!

Pero eso no es todo. Roscosmos también ha anunciado que lanzará la nave Soyuz MS-29 en 2026, con tres tripulantes a bordo. Entre ellos estará la cosmonauta Anna Kíkina. ¿Será ella la próxima estrella del espacio? ¿O simplemente está buscando una excusa para escapar de la política terrestre? Solo el tiempo (y la ingravidez) lo dirá.

Así que, queridos lectores, mantengan sus trajes espaciales listos y sus corazones abiertos. Porque en el vasto universo, las diferencias políticas pueden ser insignificantes frente a la grandeza del cosmos. Y recuerden: el espacio es el nuevo lugar para hacer amigos… o al menos compartir cohetes.