«Yuliana y el Parto en la Sala de Espera: ¡Cuando la Determinación Supera al Protocolo!»
¡Ah, la vida! Ese emocionante drama que nos brinda giros inesperados y momentos.
En un hospital donde el tiempo se estira como chicle y las contracciones son solo una sugerencia, Yuliana, una intrépida joven de 18 años, decidió que la sala de espera del Hospital Materno Infantil era el lugar perfecto para dar a luz. Porque, ¿quién necesita atención médica cuando puedes disfrutar del ambiente hospitalario? ¡Exacto! Yuliana lo tenía claro: la sala de espera era su escenario, y las contracciones, su banda sonora.
La trama se complica cuando el personal médico, con una seriedad digna de un jurado en un juicio por asesinato, le dice a Yuliana: “¿Puedes esperar un poquito más? Estamos ocupados con otras cosas, como desenredar cables de auriculares y buscar bolígrafos que funcionen”. Yuliana, con la paciencia de un gato frente a un ratón, decide que ya es hora de actuar.
Ante esto, Yuliana se tira al suelo de la sala de espera y comienza a dar a luz. Los demás pacientes, que estaban allí con sus dolencias como apendicitis o fracturas, se quedan boquiabiertos.
El video viral captura el momento: Yuliana en el suelo, rodeada de testigos que parecen extras de una película de terror. La enfermera llega corriendo, la atención médica llega con la velocidad de un caracol en una pista de obstáculos. Un empleado del hospital, confundido, intenta trasladar a Yuliana en una silla de ruedas. Los presentes, con la delicadeza de un elefante en una cristalería, sugieren una camilla. ¡Brillante!
Por suerte, Yuliana y su bebé están bien. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido un comunicado explicando que todo fue parte de un “Código Mater”, que suena más a una app de citas para madres solteras que a un protocolo médico. Pero, ¿quién necesita protocolos cuando puedes tener drama y sillas de ruedas improvisadas?
Así que, queridos lectores, la próxima vez que estén en una sala de espera, recuerden: puede ser un lugar para dar a luz, escribir una novela o simplemente esperar a que alguien arregle la máquina de café. ¡Nunca subestimen el poder de la determinación de una madre y la falta de sentido común en un hospital!