París, la Ciudad Luz, se sumió en una mezcla de nostalgia y euforia mientras se despedía de los Juegos Olímpicos. Tras tres semanas de intensa competencia, el pebetero olímpico se apagó, marcando el fin de un evento que reunió a atletas de todo el mundo. La emblemática ceremonia de clausura tuvo lugar en el majestuoso Estadio de Francia, donde miles de espectadores se congregaron bajo la atenta mirada de más de 3,000 policías y gendarmes.

El nadador francés Léon Marchand, quien cosechó cuatro medallas de oro y una de bronce, protagonizó un momento emocionante al descender junto al pebetero en el Jardín de las Tullerías. Mientras tanto, en el Stade de France, la fiesta final estaba en pleno apogeo. Las notas vibrantes de “La Marsellesa”, el himno nacional francés, resonaron en el aire mientras las banderas del Comité Olímpico Internacional (COI) y del país anfitrión ondeaban con orgullo.

El desfile de las 205 delegaciones participantes fue un espectáculo colorido y diverso. México, representado por el medallista de plata Marco Verde y la capitana del equipo de natación artística, Nuria Diosdado, se destacó entre los demás. Un total de 9,000 deportistas se unieron al ritmo del famoso grupo francés Justice.

La música continuó siendo la protagonista con “We Are the Champions” de Queen, un tributo a los campeones que dejaron su huella en estos Juegos. La equidad de género también ocupó un lugar central en la ceremonia, especialmente durante la premiación de la Maratón Femenil, donde Sifan Hassan, Tigst Assefa y Hellen Obiri recibieron sus merecidas medallas en el Estadio.

El COI expresó su gratitud a los 45,000 voluntarios cuyo esfuerzo incansable hizo posible este evento monumental. Además, se dio la bienvenida a los nuevos miembros de la Comisión de Atletas del COI.

La parte artística de la ceremonia comenzó con un espectáculo visual impresionante. Un “viajero del espacio” descendió al centro del estadio portando la bandera griega, símbolo del origen olímpico. En un acto simbólico, cinco círculos se unieron para formar los icónicos aros olímpicos bajo la dirección del “Viajero alado”.

El presidente del COI, Thomas Bach, entregó la bandera olímpica a Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles. Pero la sorpresa llegó cuando el actor Tom Cruise apareció descendiendo al estilo “Misión Imposible”, llevándose consigo el lábaro olímpico hacia Estados Unidos.

Con proyecciones espectaculares que llevaban la bandera hacia América del Norte y actuaciones musicales de artistas como Red Hot Chili Peppers y Billie Eilish, la ceremonia llegó a su clímax cuando varios deportistas, encabezados por Léon Marchand, apagaron la flama olímpica.

Así concluyó la edición 2024 de los Juegos Olímpicos en París, un evento que quedará grabado en la memoria colectiva y que ahora da paso a un nuevo ciclo olímpico. La cuenta regresiva ya ha comenzado para Los Ángeles 2028. ¡Hasta pronto, París!