«Bolardos en Zapopan: ¡De guardianes a acróbatas urbanos!»

En las avenidas Moctezuma y Patria, en el pintoresco municipio de Zapopan, ha surgido una tendencia que está causando sensación: ¡los bolardos en su versión más “vintage”! Estos tubos metálicos, que originalmente se suponía que protegieran a los peatones, han decidido rebelarse y convertirse en los protagonistas inesperados de la pasarela urbana. En lugar de ser guardianes de la seguridad vial, parecen estar entrenando para el próximo Cirque du Soleil.

Los valientes vecinos que se aventuran a cruzar esta jungla de bolardos han informado que estos obstáculos han sido víctimas de choques automovilísticos. Los bolardos, en un acto de valentía (o tal vez imprudencia), han decidido huir del lugar del incidente como si fueran testigos protegidos. La crítica es unánime: después de meses de estar allí, como un chiste malo en una fiesta, las autoridades aún no han aparecido para retirar o reemplazar estos tubos retorcidos. “Afortunadamente, las banquetas son lo suficientemente amplias como para hacer piruetas”, comenta un residente con una mezcla de resignación y sarcasmo. “Pero, ¿por qué no vienen a cambiarlos? ¡Estos bolardos necesitan una renovación urgente!”

Aunque algunos debaten la ubicación estratégica de estos bolardos, los vecinos coinciden en que son necesarios. En las intersecciones de Moctezuma y Patria, cumplen una función vital al evitar que camiones y autos invadan las banquetas mientras giran. “Una vez, un camión de transporte público subió a la banqueta. Si no hubiera sido por ese bolardo, habría arrastrado a una pareja de adultos mayores como si fueran muñecos de trapo”, relata un transeúnte con tono dramático. “Así que sí, son útiles; pero por favor, autoridades, cambien estos bolardos por unos más resistentes”.

La preocupación no se limita a los peatones; los bolardos torcidos también ponen en riesgo a los vehículos que pasan demasiado cerca. “Con esos tubos salidos, cualquier coche podría terminar con una llanta desinflada y causar un accidente”, advierte un vecino preocupado.

Además, la comunidad ha solicitado la presencia de elementos de policía vial para controlar el tráfico en esta zona caótica. “Con estos bolardos desafiantes, el tráfico parece un juego de Twister en movimiento. Si no fuera por ellos, ya habríamos tenido varios accidentes estilo dominó”, concluye otro vecino con una mezcla de ironía y frustración.

En los pasillos del ayuntamiento, los regidores de oposición han estado exigiendo un dictamen que evalúe el estado y la cantidad de bolardos en Zapopan. Hasta ahora, se sabe que entre diciembre de 2019 y abril de 2021, el municipio adquirió nada menos que tres mil 493 bolardos. Una cifra impresionante, considerando que muchos de ellos parecen más interesados en ser parte del paisaje urbano que en cumplir su función original.

Así que, queridos vecinos, sigan practicando sus saltos olímpicos sobre estos obstáculos metálicos mientras esperan que alguien finalmente decida tomar cartas en el asunto. ¡Zapopan nunca deja de sorprendernos!