«Embotellamiento Épico: La Batalla de los Tráileres en la Autopista México-Puebla»
En una épica saga digna de una película de acción, los tráileres se han convertido en los protagonistas de un embotellamiento que ya lleva más de 50 horas en la autopista México-Puebla. ¿La escena? La famosa caseta de cobro de San Marcos, donde los habitantes de Santa Rita Tlahuapan decidieron hacer una pausa en sus vidas y bloquear la carretera en ambos sentidos. ¿La razón? Exigir compensación por sus tierras. Porque, claro, nada dice “justicia” como un buen embotellamiento.
Desde el martes 6 de agosto, Hugo Socia, un veterano conductor con 20 años de experiencia y un título honorario en “Supervivencia en la Cabina”, se encontró atrapado en esta odisea moderna mientras transportaba electrodomésticos desde la Ciudad de México hacia Orizaba. Pasó dos noches dormitando en su camión, sufriendo hambre y, por si fuera poco, sin un centavo para comprar un café. “Llevo dos noches aquí esperando a que abran para llegar a mi casa. No puedo dormir porque sabemos que en este tramo pasa la rapiña”, comentó Hugo, quien parece haber encontrado el lado oscuro del transporte.
Mientras tanto, los demás conductores han improvisado comedores y baños al aire libre, acampando frente a sus camiones como si estuvieran en un festival de música… pero sin música ni diversión. “Ni para atrás ni para adelante; lo más difícil ha sido encontrar dónde comer.
Con el paso del tiempo y la desesperación aumentando, algunos valientes han comenzado a buscar rutas alternativas. Algunos movieron las vallas de concreto como si fueran piezas de un rompecabezas gigante; otros optaron por maniobras en reversa. “No tenemos otra opción más que esperar a que el gobierno decida si abren la carretera. Mientras tanto, yo ya perdí mi comisión por llegar tarde a mi destino”, concluyó el transportista con la resignación de quien ha visto demasiadas temporadas de su serie favorita.
Hugo finalmente se comunicó con su empresa para informarles que sería necesario retirar los productos que transportaba (porque claro, no hay nada más emocionante que volver a casa sin tu carga). Esperó hasta el mediodía del jueves 8 de agosto para regresar a su hangar, donde sigue esperando que la carretera sea abierta y su vida vuelva a la normalidad.
Mientras tanto, los ejidatarios mantienen su bloqueo en esa zona boscosa de Puebla, creando kilómetros de filas y caos vial. Los viajeros han decidido optar por el ejercicio y caminar, mientras algunos conductores desesperados intentan atravesar las vallas como si estuvieran jugando al “salto del muro”. ¡Ah, la aventura del transporte nunca fue tan emocionante!