¡Última hora! En un giro argumental digno de las mejores telenovelas, los transportistas del Área Metropolitana de Guadalajara han decidido que es momento de darle un toque de ostentación a las tarifas del transporte público. ¿Por qué conformarse con precios tan monótonos que llevan seis años estancados, cuando se puede aumentar la tarifa como si se estuviera en una competencia de “¿Quién quiere ser millonario?”?

En una conferencia de prensa que, honestamente, debería haber sido transmitida en horario estelar, Ricardo Verdín, el gran consejero nacional de CONATRAM y vicepresidente de la Asociación Estatal de Empresarios del Transporte Público, lanzó la bomba: ¡es hora de subir las tarifas! Sí, amigos y amigas, después de tanto tiempo sin cambios, la tarifa sigue siendo la misma que cuando los memes eran solo dibujos rupestres: 9.50 pesos. Pero no se preocupen, porque ahora la cosa se pondrá un poco más “inflacionada”. ¿Alguien dijo glamour?

Verdín, con su seriedad digna de un personaje en una película dramática, argumentó que sin un aumento en las tarifas, los transportistas no pueden mantener “una operación adecuada”. Claro, porque todos sabemos que los camiones funcionan a base de amor y buenas intenciones. ¡Qué mundo tan idílico!

Y aquí va una idea revolucionaria: ¿qué tal si en lugar de aumentar la tarifa proponen un programa de lealtad para los pasajeros? Imaginen esto: cada diez viajes, te regalan un sticker para tu tarjeta SUBE. ¡Colecciónalos todos! Porque nada dice “te agradecemos” como un trocito de papel que no vale nada.

Pero eso no es todo. Este jueves se llevará a cabo una reunión con la Secretaría de Transporte. ¡Qué emoción! Un comité tarifario repleto de académicos, empresarios y ciudadanos que intentarán resolver el misterio existencial de cuántos pesos son necesarios para hacer felices a todos… o al menos a los transportistas.

La propuesta es elevar la tarifa mínima a 10.50 pesos, pero los transportistas tienen sueños más grandes: entre 14 y 16 pesos parece ser lo ideal para sus bolsillos. Y no olvidemos el subsidio (¡600 millones de pesos este año!) que también quieren recortar. Porque claro, ¿quién necesita subsidios cuando puedes simplemente subir el precio del pasaje?

Así que, queridos ciudadanos, prepárense para escarbar en el fondo del sofá antes del 5 de diciembre y antes de que Pablo Lemus asuma como nuevo gobernador. Mientras tanto, los transportistas han formado una nueva Asociación Estatal que promete unir fuerzas para luchar por sus derechos… y por nuestras carteras. ¡Que comience el espectáculo!